Triste y Tropical #22

Camila Caamaño
10 min readMar 2, 2021

“No me hubieras dejado esa noche, porque esa misma noche encontré un amor”.
Café Tacvba — Esa Noche

Nadie sabe qué hay en tu corazón
El 25 de marzo de 2020. C Tangana publicó el primero de una serie de videos titulada Vuelta a casa. En cuatro entregas, de no más de cinco minutos cada una, narraba con el celular su exilio involuntario en el DF en plenos cierres por covid. Los albores del confinamiento daban sus primeros pasos y Antón quiso contar, entre vuelos cancelados, mitigados con culos, fiestas cantando El teléfono de Wisin y Yandel, playa, encuentros con Alemán y sustancia, la historia sin tapujos: qué forros somos los chetos, que por querer acapararlo todo dejamos que el mundo se termine de ir a la mierda.
“Yo soy un imbécil que sólo le interesa el arte y los placeres carnales de la vida”, dice.

Y si se nota, campeón. El video es una diario de viaje, observamos cómo los casos y las muertes van aumentando y en esa avalancha de incertidumbre y desgracia jamás se altera ni por asomo el espíritu de jarana constante del madrileño. No hay careta más allá de la que cubren la boca y la nariz, la denuncia social no es el trip de Tangana.

En ese momento “sólo” habían muerto 30.000 personas en el mundo.

¿Cuándo nos vamos a volver a tocar? ¿Vamos a poder volver a mostrar gestos de afecto o es una costumbre que quedará la de tratarnos como focos de infección?

La experiencia que registra nada tiene que ver con el mood del disco (por suerte). Pero a partir de allí comienzan a ponerse los tarugos de su alter ego, El madrileño.

Pucho, Tangana, Madrileño, o la triple A que sí (sus siglas por Antón Álvarez Alfaro) publicó en abril Nunca estoy (donde toma el estribillo de Rosario flores en Cómo quieres que te quiera y abre el camino), tema que incluye en este nuevo álbum y es el primer single de “Bien :(“, su EP que saldría un mes más tarde y sería tan interesante como disconexo. Tangana caliente y renacentista (Guille Asesino), entre la desfachatez envía buenos augurios en aquellos primeros tiempos de cuarentena, que en soledad han sido ásperos. Este paso previo al disco es su muestra más techno hasta ahora. Se empieza a desmarcar del Antón de Ídolo y Avida Dollars. El mundo está muy lastimado para seguir fronteando; ya no llora en la limo, porque no hay donde viajar. Ahora onlyfansea en casa.

Atendiendo a mi impulso de fan, pienso mucho en qué punto se encuentra con Benito.
¿Podemos compararlo con Bad Bunny?:

Ambos empezaron su carrera y, si bien ya eran artistas consagrados, rompieron con números y llegaron a tal vez el punto más álgido a partir de un disco que no seguía la demanda de su fanbase.
Bad Bunny estaba a puro home run con palos y palos de trap y reggaeton, y saca X100PRE, mientras que Tangana, con dos discos de rap/trap, lanza El madrileño.

La gran mayoría de las notas que fogoneaban el disco de Pucho, titulaban como “la reinvención de C Tangana”. No creo que ese sea el término adecuado.
La necesidad de reinventarse surge como consecuencia de un agotamiento, alguien se reinventa porque ya no tiene de dónde crear.
Con Benito decían algo parecido.

Son artistas que podrían tranquilamente seguir en una senda más o menos prolija de estilo, a puro banger, pero ni Benito ni Antón quieren ni necesitan esa vía. Porque su impulso creativo es más ambicioso, y es eso lo que los hace tan interesantes.

YHLQMDLG es el disco que hizo Bad Bunny dando una clase magistral de reggaeton haciendo strike junto a los más malotes del género, como una suerte de padrinazgo que busca el respeto y la aprobación. Porque en este movimiento que parece puro derroche y algarabías hay más protocolos a seguir que en una pandemia.
El madrileño también pide permiso, es una carta en sobre de paspartú con ribetes para una tertulia familiar, en plan Sieranevada, es una statement de amor al flamenco y su ciudad natal. Y aquí hay otro mensaje pues, sin meterme en el eterno debate de la apropiación cultural, no al menos desde la postura de los artistas, el borramiento de los medios y las plataformas de streaming por las identidades y orígenes de les artistas es alevosa.

Claro que no es la misma mirada de España que de Puerto Rico, pero en ambos casos se defiende lo propio y se lo enseña como la causa y el modo en que se produce la obra. No hago música y soy de España. Soy de España y esta es la música que hacemos y la que me llevó a ser el tipo que soy ahora.

Y aquí se termina la analogía con el Conejo, sorry.

La movida fue pensada en una suerte de camino de hormiga. Alrededor de un año antes.
Si bien el disco tiene 14 temas, solo 6 son nuevos.

Hace el flamenco más atrevido y sucio, el romance de un pimp con derechos humanos. Una musculosa de morley manchada de excesos y el tintineo de cadenas que queman pero por el precio, son recordatorios de una disciplina. Alguien te cuida Pucho y quiere que vuelvas entero a casa.

Antón no le canta al amor con ilusiones, porque para él ya es tarde. Por eso en sus letras inundan el reproche, la resignación, la culpa y la rabia.

Antón no da ternura, no es un galán clásico ni mucho menos el novio de España. Hay mucha conciencia y el grado justo de lucidez publicitaria para que funcione todo como un relojito. No por nada apareció como uno de los 100 personajes más creativos en el mundo de los negocios, según la Forbes.

Hoy por hoy en (y por) internet se agota la predisposición del disfrute con tanta manija, se analizan posteos, se piensan campañas de incógnito rayando lo bizarro, se fragmentan hasta el absurdo los adelantos (el pre save de los videos en YouTube!) Y cuando finalmente llega el día, el disco se escucha y ya. Esto no es un comentario de que vuelva el ADSL, pero pienso mucho en “el momento de enfrentarse a la obra” y lo cagada a palos que está. Muerta la noción de disco, muchos despedazan la presentación, saltean los singles, van por lo nuevo, a ver qué es lo que quedó, se piensa en resto y no en el disco como un trabajo que cuente una historia.

Las reacciones de YouTube contribuyen a esta carnicería del arte.
Me parece que hay canales que, cortando las malezas con una catana por ese pantano de oferta de videos, intentan pensar las intenciones artísticas como si fuesen mensajes cifrados en busca de un concepto, una definición universal. Se hablan de las letras, de los videos, de los actores que en ellos participan, de las fechas, de las locaciones, las posibles marcas, los cantantes invitados, y todo en detrimento de la materia prima: la música.

¿Quiero yo saber por qué Pucho grabó Tu me dejaste de querer en el edificio España, que fue el más alto de la ciudad hasta que se construyó la torre de Madrid? ¿Puede eso cambiar mi visión o contribuir a pensar el disco? Ehhh, nah.

Rosalía a esta altura ya funciona como un Macguffin.
Cada palabra que dice es potencialmente un cebo para compararlo o señalar qué se vampiriza de su figura. Parecen olvidarse que 8 de las canciones de El mal querer son también de su autoría. Y no vi pasar un sólo comentario diciendo “ay, esto se lo escribió a él”, pero del lado contrario es ya deporte olímpico.
Prefiero que se distraigan shippeándola con Bad Bunny, qué bajo.

Para contrastar con la pretensión de clásico que tiene El Madrileño, este señor celebra aquí sus 30 años. Se juntó a comer con Los xavales, de nuevo, como con Ibai, busca con astucia los intersticios promocionales. Son españoles que hacen reacciones. Ahí, tomando coquita de vidrio y hamburguesas con rúcula en una habitación de hotel junto a estos dos simpáticos jóvenes de 20 años, aporta detalles de la producción y le dice hater a Sabina por burlarse del rap.
El video tiene un cierre gracioso, cuando cae al hotel el presidente de Sony, Tangana les da la oportunidad para que le pregunten lo que quieran y los pibes se ponen muy nerviosos.

Esta propuesta empieza con material de estudio: una playlist de flamenco y la música que lo formó, como alimento para especular sobre el álbum. Tangana quiere que aprendamos, escuchemos, y sepamos más o menos para donde viene.

Demasiadas mujeres. Qué drama. Me dan tanta bola que ya no sé ni a dónde estoy.
Puchito apenas canta. Su voz tiene un rango que no resiste mucho futuro, que poco encaja con su imagen pero compensa pues es el alineo justo para el flamenco pop que integra el álbum.

TÚ ME DEJASTE DE QUERER. Y entonces sí, nos presenta al para mí mejor tema del disco con un video que tiene tantos euros como detalles. El día del estreno el vaguito apareció en un stream con Ibai Llanos, le costó entrar en clima, pues es un señor que no está en la onda, pero el carisma de Ibai basta para conectar. Esta canción abrirá además su trabajo con LA productora audiovisual Little Spain, dirigida por sus amigues (casi todos los actores que aparecen allí) y que viene a competir con otros gigantes, como la barcelonesa Canadá, por ejemplo (responsables de videos como Bombay de El Gincho, Invisible light de Scissor Sisters, o Pienso en tu mirá de Rosalía).

La cara detrás de Little Spain es Santos Bacana, con quién Pucho escribió Un veneno, el tema más viejo que incluye el disco, y que funcionó como epifanía: fue cuando él tomó conciencia de hacía adónde quería llevar su carrera. Cuenta que hasta terminó otro álbum de rap y reggaeton que posiblemente nunca vea la luz.

Comerte entera. Qué cachondeo, por favor.
La incorporación de Toquinho para mí fue una sorpresa agradable y emocional, pues él era uno de los ídolos de mi padre. Verlo sentado haciendo mucha fuerza con los ojos cerrados como si por la mirada se colase parte del sonido, escuchando Camarón de la isla, Tomatito, Los Chunguitos, Paco de Lucía.

Párteme la cara. Googleando me desayuné con que Ed maverick nació en el 2001. Que gente nacida hace NADA sea capaz de crear tanto talento me deja siempre de una pieza.

Después de todas esas noches sin dormir, en esta canción las luces se apagan y no hay ni un reflejo de consuelo.
Maverick es una de esas criaturas que explotó en México por internet, y con su indie folk es actualmente uno de los artistas más stremeados en su país. Su mixtape no me atrajo pero aquí funcionan bien.

Ingobernable.
Me sorprendió muchísimo está participación cuando la leí al revelarse el tracklist.
En esta rola vienen el guitarrista y cantante principal de la banda de rumba flamenca, los Gipsy Kings. El video, para no ser menos, es una puta joya.
Las señoras que actúan son parientes reales!
Pucho le pidió especialmente a su madre que le reúna sólo una parte de su familia. Esas señoras están hechas para la cámara, jesús. Los Alfaro no pierden el tiempo.

Nominao. El tema con Drexler. De dónde lo sacó? Maldita sea esa fiesta donde se hayan conocido. El peor tema del disco. Aunque reconozco que no llega a desentonar. Culparé a Calamaro de esto.

Te olvidaste con Omar Apollo. Otro niño chicano estadounidense. Apollo sacó un gran disco el año pasado, Apolonio, en donde grabó con Kali Uchis. Siento que podría haberse lucido más.

Los feats siguen, como en Muriendo de envidia, con Elíades Ochoa, de Buena vista social club. Cuándo olvidaré se lleva la insignia a mejor DRAMA. El peso que tiene esta canción, que fantasía que incluye una curiosa colaboración póstuma.
Es que Antón rescata un poema del cantante español José blanco Ruiz, aka Pepe Blanco.
La copla se escucha de la mano de Imanol Arias y es el leit motiv del disco:

“Creo que la canción española es del pueblo, es racial, es de raza.
Y te voy a decir una cosa, cuando oigo cantar en el extranjero, he recorrido el mundo cantando. No todo, porque sería mucho, pero bastante. He llorado escuchando cantar a un artista español. Porque un inglés no puede cantar un fandango ni una jota ni un paso doble, no puede cantarlo, coño!
En cambio yo cantaría, cantaría lo que canta ese gran artista, Sinatra. Pero él no puede cantar como canta Farina, o Antonio Molina o canto yo”.

Y perdonen el recurso fácil del tuit pero “la superiodad estética de la canción española que sólo elles pueden encarnarla”.

En su rendición absoluta al fracaso amoroso, Tangana no conoce otro quitapenas que no sea el vicio, y lo repite DEMASIADAS veces en sus letras. Creo que esto es lo poco que me molesta. Sí lamento mucho que una obra hecha con tanta dedicación y atención al detalle termine con una canción horrenda con CALAMARO. Escuchar su voz que me genera rechazo estropea de un plumazo ese opus a la nostalgia y la (mi) comfort music que gestó y vio crecer a este ser. Una letra patética a la medida de su pesonaje. Cállese hombre horrible.

Pero entendiendo que mi sensación es personal, El madrileño es REGIO en su conjunto. El Madrileño es un disco familiar: le canta a los grandes con guiños hacia los chicos y a esos más chicos recordándoles quiénes llegaron primero. Ya lo dijo Dárgelos:
“Chicas ricas no le tengan miedo esto es sólo una fiesta popular
Chicos ricos no se asusten tanto esto es sólo una fiesta popular”.

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